Cada uno tiene ante sí múltiples caminos pero sólo uno de ellos le llevará a sí mismo. Quizás la libertad consista en percibir siempre todos los caminos y seguir tan sólo aquél que se es llamado a recorrer. El camino que aquí atravesamos transcurre por cinco paisajes anímicos: la pérdida, la búsqueda, el sueño, el enamoramiento y la construcción